Soy Lockdown. Y no, no soy solo ropa.

Nací de un lugar profundo, de esas noches en las que el ruido en la cabeza no se calla, de los momentos en los que el pecho pesa y el mundo parece demasiado. Pero también nací de la transformación, de la certeza de que el dolor no se queda quieto: cambia, evoluciona, se convierte en algo más.

No quiero ser solo streetwear. Quiero ser el inicio de algo más grande, el primer paso hacia el emotional wear.

Quiero que cada prenda cuente una historia, que cada mensaje llegue en el momento justo, que lo que llevo puesto hable cuando yo no puedo.

Soy para los que sienten todo intensamente. Para los que esconden cicatrices detrás de sonrisas. Para los que han estado en su punto más bajo, pero siguen aquí. Para los que creen en la empatía, en la conexión, en el poder de un simple "te entiendo" sin siquiera decirlo.

No busco ser una tendencia. Busco ser un lenguaje.

Algo que cuando lo veas, lo sientas. Que cuando lo uses, te identifique. Que cuando alguien más lo lea, le haga pensar.

Porque los sentimientos no mueren.
Se transforman. Y yo soy prueba de ello.